
Las novedades alimenticias de la harina de garbanzos.
Muchas familias y cocineros en general, suelen pensar en esa lluvia blanca proveniente del trigo y que invita a exquisitos placeres para el paladar, debido a que lo impresionante es la riqueza ante las diversas formas y maneras de usos, así como los resultados artísticos, nutricionales y gastronómicos que de ellas podemos obtener; cuando de harinas se trata. Sin embargo, ante los casos de alergias al gluten, existen opciones tan satisfactorias para comer un buen pan o delicatez, con el uso de otras harinas, para que la persona no vea comprometida su salud, y sus anhelos se vean satisfechos. En este orden, se han concebido diversos tipos de harinas, como, por ejemplo, los más de 16 tipos comúnmente del mercado, cuyas versiones van desde tradicionales (con Gluten), a las tratadas con otros procesos de elaboración que exceptúan partes de la elaboración tradicional (sin gluten especial para los celiacos y todos en común). En este sentido, una excelente alternativa, es sin dudas la harina
de garbanzo, aunque en algunos casos es poco conocida, sus propiedades alimenticias e hipo alergénicas, se constituyen como una opción de primera. Esto debido a como buena legumbre, su poder nutritivo y más saciante que las harinas de cereales, además de contener vitaminas del grupo B, K, E y C, minerales tan importantes como el fósforo, hierro, potasio, calcio o hierro. Además, es una buena fuente de proteína vegetal y de fibra. En consecuencia, hidratos de carbono por su absorción lenta, ayuda a las dietas para bajar de peso o para ayudar a hacer la digestión, ya que tardan más en consumirse, ayudando a controlar el hambre durante más tiempo. El aporte calórico de esta harina es perfecto para deportistas, ya que les da energía a la vez que no les perjudica la dieta.